Tan ligero como el aire

Tan ligero  como  el aire
Ser más o menos libre me ha costado el peso terrible de sentirme liviano

sábado, 8 de septiembre de 2012


Incursionando un poco en internet acerca de la ligereza y la levedad en la arquitectura, descubrí una crítica, o un análisis muy interesante, donde se ve al mundo e las ideas como un todo, Donde se apunta de una forma u otra a que los ideales propuestos en un campo, pueden ser aplicados en cualquier ámbito.
Catedral de Santa María del Mar

En el caso de la literatura, los mundos imaginarios que esta crea no son sólo una fábula que acaba cuando terminamos la lectura, sino que traspasan al mundo real al inspirarnos sobre cómo debemos guiar nuestra vida, Como menciona en autor del post “La literatura ha servido desde siempre para elevar la existencia del hombre contando historias que nos muestran que las privaciones, encaradas con la actitud adecuada, se deshacen como nubes livianas en el cielo” y este deseo de alivianar el alma se ve reflejado en otros ámbitos como la arquitectura. Y es aquí donde la comparación se vuelve interesante, ya que el autor pide que nos imaginemos entrando a la catedral de santa María del Mar (una obra de la arquitectura gótica del S XII), en el momento en que fue terminada cuando se ingresa por primera vez, la sensación de liviandad es abrumadora, ya que no se está acostumbrado a este tipo de arquitectura. Esto no quiere decir que estemos equivocados en cuanto al verdadero significado de liviandad; pero sí nos permite dar cuenta de que nuestra percepción de lo que consideramos ligero puede ser refutada con facilidad en algunos años.

Pabellón de Barcelona
Algo similar sucede cuando Mies van der Rohe expone por primera vez su pabellón de Barcelona. La sensación que producen los distintos (y nuevos) materiales, hacen que quien ingrese a este lugar sienta que no existen límites dentro de este, y que el techo y las paredes son de una ligereza excepcional. Como Van der Rohe decía, la buena arquitectura se basa en una correcta proporción entre lo pesado y lo ligero.  A su vez, volviéndolo a relacionar con la literatura, en la insoportable levedad del ser, se llega a la conclusión de que sólo la aceptación de una cierta dosis de peso en nuestras vidas nos concede el derecho de disfrutar de los encantos de la levedad. Por eso se puede concluir que, sin equilibrio, la levedad se vuelve una tarea imposible.

http://www.revistadiagonal.com/articles/analisi-critica/vuela-vuela-vuela/

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